Mi refugio

Ciertamente los tiempos que corren son confusos y de gran incertidumbre. Muchos especulan acerca del fin del mundo. Lamentablemente no existe penalización para los que con sus teorías apocalípticas nos infunden miedo sin tener ningún fundamento científico que avale sus ideas. 

A partir de esto, considero indispensable que aprendamos a abstraernos en cierta medida de esta lluvia constante de pensamientos catastróficos y que intentemos mantener un refugio donde sentirnos a salvo. 

Es necesario contar con un espacio personal donde sentirnos felices y tranquilos con nosotros mismos, a pesar del triste y desolador panorama que se nos pinte fuera. 

Pensemos también que de llegar a ser cierto lo que se dice, no estará en nuestras manos evitarlo. Entonces ¿para qué vivir constantemente tensos y preocupados por un futuro incierto? 

Esto no significa que todo deje de importarnos y que comencemos a vivir dentro de una burbuja o como ermitaños, significa que es tiempo de aprender a poner límites entre el sí mismo y el mundo exterior, con el fin de poder mantener a salvo lo único que nos pertenece y que nada ni nadie podrá arrebatarnos si no lo permitimos: nuestra paz interior.