Mundos paralelos

Ahí abajo existe un mundo desconocido para nosotros. Ellos probablemente no tengan que trabajar cinco días a la semana en jornadas agotadoras recibiendo un sueldo mínimo a pesar de tanto esfuerzo. Probablemente no dedican gran parte de su tiempo a mirar televisión o usar un computador. Quizás no compran perfumes caros para impresionar a sus parejas. Quizás no viven pendientes del reloj y esclavizados de un teléfono celular. Ellos probablemente no celebran la navidad pensando sólo en cuántos regalos tendrán que comprar. Es posible que no vivan preocupados de la vida del vecino. 

Lo triste de ese lugar es que no tiene luz, ellos no pueden apreciar lo hermoso de un amanecer o un atardecer. De la misma manera que muchos de nosotros, aunque tenemos la suerte de ver en colores, tampoco lo hacemos, porque nos enceguecemos por culpa de la rutina y no nos damos el tiempo de apreciar los mágicos detalles que cada día nos regala la vida. 

Curiosamente las paredes de allá abajo son de espejos. No sé porqué razón. Probablemente sea la única manera que ellos tienen de observar el mundo exterior. Los seres de aquel subterráneo adoran el reflejo de nuestro mundo. Lamentablemente ellos no saben que lo que perciben de allá afuera como verdadero y perfecto... realmente está al revés.