Closed

Procesar - Entender - Elaborar - Integrar

¿Qué se hace cuando ves que lo que creías que era indestructible comienza a desmoronarse?


¿Qué se hace cuando tus sueños comienzan a esfumarse y lo que siempre deseaste se vuelve un imposible?


Hago una pausa - Miro a mi alrededor - Reflexiono


Intento desatar los nudos que se arman en mi cabeza.


Trato de hacerme una idea más clara de lo que soy, de lo que no soy, de lo que no fui y de lo que quisiera ser.


Estoy frente al espejo de mi alma y no me reconozco ahí.


Necesito reencontrarme conmigo misma.


Necesito redefinirme, replantearme algunas cosas.


Necesito volver a creer.


Tiempo.


Alejarme de lo que me rodea en este momento.


No puedo mirar mi lugar desde otra perspectiva si me mantengo dentro de él.


Pequeña fuga como un oasis en medio de todo.


Decisiones.


Tratar de continuar y convencerme de que lo que viene será mejor que lo que se fue.


Algo en mi ha muerto. La ilusión.


Ilusión... letal cuando se conjuga con amor.


No se puede vivir de imágenes que carecen de verdadera realidad.


Me quedo con la esperanza. Y la respuesta de Benedetti:


- ¿La ilusión tiene alas y la esperanza alas con pies? "Sí, la ilusión es frágil y frívola. La esperanza viene con mejores intenciones: con solidez."


Esperanza, porque confío en que ocurrirá lo que más deseo.


Se cierran ciclos, se cumplen etapas.


Creo que es tiempo de dejar este espacio.


Espacio que nació por una imperiosa necesidad de liberación interior, necesidad de plasmar mis pensamientos, sentimientos, sueños, anhelos, miedos y fantasías.


Y que gracias a la retroalimentación con todo aquel que me leía pude entender mejor mi mundo y el mundo que está allá afuera.


Ahora es tiempo de partir.


No quiero sentir miedo. Sin embargo emprendo una búsqueda que no deja de asustarme.


Como el combatiente que en el campo de batalla sigue avanzando porque no puede rendirse hasta lograr su objetivo, pero que aunque quizás no lo reconozca teme... porque no sabe con qué se encontrará unos pasos más adelante cuando esté obligado a abandonar su refugio.


En conclusión, el miedo pasa. Pasa cuando avanzas un poco y te das cuenta de que lo que viene no era tan terrible. Y eso es lo que tengo que vivir.


Vale la pena el riesgo. Y aunque llegue al final del camino como una sobreviviente y no como una heroína estaré igual de orgullosa por haberme permitido avanzar.


Me espera un largo camino. Lo importante es que me decidí a partir.


Sólo espero que al final de este recorrido me encuentre con lo que tanto ansío.


Algo que me permita decir que todo valió la pena o que todo tenía una razón de ser, como siempre lo he creído.


Avanzar, jamás retroceder.


Hoy es mi cumpleaños. Volver a nacer.


Para empezar me regalo, al menos para este día, deseos de sonreir.


No es nada fácil, pero ¿acaso algo lo es?


Esto no es un adiós, sino un hasta pronto.


Cierro mis ojos y respiro profundo.