Hoy es el día... no mañana

Probablemente han escuchado el refrán que dice: "una imagen vale más que mil palabras". Y bueno, la imagen de estas tres hermanas que comparto a continuación me ha dejado sin palabras. Esta imagen me ha hecho pensar en mi vida, en mi familia y en mis amigos. En la manera que vivo el día a día, en lo que espero a futuro y en lo que he dejado atrás. 

Pienso en cómo quisiera que fuera mi vida en unos años más, cuando tenga la edad de ellas. Reflexiono acerca del cuidado a mi salud, si mi mente y mi cuerpo son cuidados como corresponde, porque para llegar a esa edad es fundamental llevar una vida sana.

Luego pienso en mi esposo y mis hijos. La verdad es que cada día intento ser mejor esposa y mejor madre, tratando siempre de ir aprendiendo de los errores cometidos, porque ¡ojo! ¡todos nos equivocamos! Siempre tratando de que la comunicación, el respeto, la confianza y la solidaridad se mantengan firmes como un roble dentro de la relación, como fue la promesa desde el primer día que decidimos estar juntos y formar una familia.

Pienso también en la manera en que me relaciono con mis seres queridos. ¿Es una relación cercana o distante? ¿Tengo asuntos pendientes con alguno de ellos?

Hoy en día parece ser que la vida avanza tan deprisa que no hay tiempo suficiente para detenerse a reflexionar sobre estos temas. Y me pregunto si es efectivamente lo fugaz que es esta vida o es el miedo a enfrentar ciertas cosas por miedo a que nos hagan daño, que dejamos todo tal cual, como si escondiéramos la basura debajo de la alfombra porque preferimos no esforzarnos mucho en llegar hasta el basurero, entonces la dejamos ahí para que no sea vea, pero por más que la ocultemos sabemos que hay algo que nos hace sentir incómodos y que sabemos que tarde o temprano tenemos que limpiar.

Actualmente todo es para ayer. Es hora de actuar, más que de pensar. La casa, la oficina, la escuela de los niños, la compra del supermercado, el pago de las cuentas, el dinero que no alcanza, la falta de empleo y un montón de preocupaciones más ¿Y alguien se pregunta por cómo se siente? ¿Me siento en paz conmigo mismo y con los demás? ¿Cómo está mi relación con los que me rodean? ¿Acaso me importa el resto?

Muchas preguntas de este tipo vienen a mi mente y que bueno que así sea, porque eso significaría que no todo está perdido. Algo puedo hacer para abrir los ojos, para despertar a la realidad de esta vida que corre sin piedad y que no nos espera ni un segundo.

Somos nosotros los que tenemos que manejar nuestros tiempos y darle cabida a nuestros sentimientos y emociones. Dejar de vivir en la urgencia, empezar a ocuparnos en vez de preocuparnos, prestarle atención a todo aquello que realmente lo tiene y no quedarse estancado en asuntos que no valen la pena. Es importante pasar un tiempo en presencia de aquellos que amamos, no hay excusas para no poder hacerlo. También es importante cerrar asuntos inconclusos, cerrar etapas de nuestra vida y aclarar temas pendientes para poder avanzar sanamente en nuestras relaciones.