Lo esencial es invisible a los ojos

Que feliz me siento al poder compartir contigo mis sentimientos a través de estas líneas. Pensares y sentires que afloran desde el interior de mi alma. Sentimientos que vuelan libres por este espacio virtual, que es tan tuyo como mío, pues sin tu presencia no tendría ningún sentido. Espacio en el que se unen soledades y se intercambian sueños fundidos en la tranquilidad de la noche. Pensamientos acuñados al "clac, clac" del teclado, bajo la tenue luz de una pantalla. Saboreando un café, descubriendo entre líneas lo grandioso de tu alma. Sentimientos que se intercalan haciendo de la palabra un verso y del verso una rima.

Hoy te comparto mis letras desde este mundo virtual, en donde las almas no tienen un rostro y se unen en un espacio tan cercano y tan lejano a la vez. Mundo en donde se comparte desde lo más íntimo de nuestros corazones, en donde se aprende a extrañar sin conocer.

Bendita sea la tecnología que nos pone en el camino a personas maravillosas que viven a través de sus letras. Seres humanos conectados bajo un mismo cielo, que disfrutan de un rojo y cálido atardecer o de un despertar lluvioso y frío. Personas que sienten con el alma a flor de piel, que ríen, lloran y sueñan con un mundo mejor para todos. Personas que escapan de la bulliciosa ciudad que no admite pausas, para refugiarse en un abrazo tan virtual como sincero. 

La amistad no sabe ni de tiempos ni de distancias, sólo siente y mira con los ojos del alma que ven más allá de lo tangible. Doy las gracias por este espacio virtual el cual me permite sentir de cerca tu amistad, que para mí es tan real como fraterna.